En este nuestro país, si algo sabemos hacer de P.M. es sin duda poner a parir al vecino, por lo que sea, por lo que haga , por lo que diga.

El Vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias es una clara diana para cualquier tipo de dardo envenenado.

Conceder por Carta de naturaleza, la nacionalidad a una persona ilustre , puede volverse en su contra en pocos minutos.

Como podemos comprobar, de todas partes y opiniones se le recuerda a Pablo Iglesias, las carencias del sistema.

Esta claro que exigir al Gobierno una mejor administración es algo sano y necesario, sin embargo, no podemos dejar de pensar en el desánimo constante del Vicepresidente Segundo, al amargarle cualquier proyecto o iniciativa.

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