
Uno de los personajes con los que más nos sentimos identificados los componentes de Animus Jocandi, es con Felipe. Él atesora todos nuestros principios y los principios que debería tener todo pintamonas y juntaletras que se precie: una mente fantasiosa y una pereza infinita.
De hecho, Animus Jocandi se compone de esas piezas desechadas por el Capitalismo materialista reinante. Seres sin ninguna utilidad para el sistema, que aun fantaseamos y nos imaginamos mundos inverosímiles y realidades distópicas desde la comodidad de nuestros sillones.
Rodeados por un ejercito de emprendedores, triunfadores y creadores de Startups, nos identificamos más con los becarios, precarios, discontinuos temporales y trabajadores en prácticas perpetuas con los que compartimos pupitre, sueños y pereza.
Ante el capitalismo salvaje, el darwinismo social y el egoismo neoliberal, levantemos nuestros lápices con holgazanería manifiesta y gritemos: «Viva Mafalda, Viva Felipe y su creador Quino». Que la tierra te sea leve Maestro.