Aparentemente la farmacéutica está dando prioridad a la fabricación de vacunas para otros países que pagan má por las dosis. Y esto es lo que pasa cuando los intereses nacionales dependen del mercado. Tan sencillo como eso.
La respuesta es sencilla. «Es el mercado, amigo». Al mercado le da igual quien muera si eso supone un aumento de los beneficios.
Por eso es necesario la defensa a ultranza de lo público como principal manera de gestionar, entre otras cosas la salud pública.
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