
Un 9 de diciembre de 1920, un joven patriota alemán, compraba su primera camiseta mr wonderful. A partir de ese momento, sus sueños fueron haciéndose realidad. En 1923 recibió un varapalo al no poder realizar uno de sus sueños: un bonito golpe de estado. Pero a partir de ese momento su vida fue un jardín de flores en los que los triunfos se acumulaban.
Ni se podía imaginar, Adolfito, que todo lo que había soñado acabaría por realizarse y ese jovencito moreno y de ojos marrones que soñaba con jovencitos rubios y de ojos azules acabaría gobernando Alemania y conquistando media Europa. Consiguiendo convertirse en uno de los mayores genocidas de la historia.
Si Adolfito, en aquel momento, hubiera optado por otro tipo de camiseta, seguramente nunca hubiera realizado sus sueños. La moraleja es que la frustración es una enseñanza imprescindible en la infancia de los niños, para que de mayores sepan manejarla adecuadamente.