
Ha hecho falta un nuevo Concilio para llegar a esta drástica medida. Según el Camarlengo, Tonino Carusone, junto a a Olona se han tipificado también como pecados capitales Herman Tersch, Juan Carlos Girauta, Arcadi Espada, José Luís Ábalos y Juan Carlos Monedero.
Con esta medida, la Santa Sede, se propone poner freno a la moda de mantener relaciones sexuales oníricas con personas anti-lujuria. Un responsable de comunicación del Vaticano ha manifestado «es que después de Olona o Herman Hersch, ya nos veíamos venir los sueños húmedos con Leticia Sabater o Federico Jiménez Losantos. Y había que ponerle freno».
Al fin y al cabo son los sufridos párrocos los que luego tienen que escuchar las escabrosas confesiones de estos pervertidos. Y parece ser que la curia no gana para antidepresivos ni dosis de Prinperan.
«Con lo bonito que es soñar con la Virgen María y el niño Jesús. O con Moises bajando las tablas de la ley, ¿porque hay gente que se empeña en en profundizar en la perversión?.