
La batalla con la covid-19 ha mostrado quienes son lo verdaderos héroes de esta crisis. Esas personas que trabajan para protegernos, tanto sanitarios como policía. Muchos de ellos en unas condiciones indignas, con salarios bajos y unas condiciones inaceptables, se enfrentan día a día a esta enfermedad mortal.
No sólo es una cuestión de reconocimiento, si no también se trata de cambiar esta realidad que nos afecta a todos. Porque si ellos no pueden, nosotros caemos.
No siempre los gobiernos han estado a la altura, pero esperemos que esta lección se haya aprendido. Y en cuanto volvamos a la normalidad, homenajear a estos héroes como es debido. No con actos públicos, ni con estatuas. Si no con unas condiciones laborales dignas.