
Según un estudio del Instituto para la correcta interpretación de las lenguas muertas y otros cadáveres, la famosa frase que hacía referencia a la masa boscosa de la península ibérica en época de los romanos, quería decir en realidad otra cosa: «En hispania hay más tontos que árboles». Así que, una ardilla, fácilmente podría botar de cabeza en cabeza de lugareño hasta atravesar la península sin haberse encontrado con vida inteligente en su camino. También descubrieron que las ardillas padecían una rara dolencia en las extremidades producida por la cantidad de caspa que absorbían.